Comer porciones de frutas y verduras de todos los colores, que son ricas en vitaminas y antioxidantes.
¿Cómo? Incluir una fruta en el desayuno, una ensalada en el almuerzo. Con las frutas, recomendamos un consumo moderado de arándanos, fresas, frambuesas, moras, cerezas, que son bajas en azúcar.
Beber agua pura o infusiones de hierbas, que ayudan a hidratar el cuerpo y a eliminar las toxinas.
¿Cómo? Reemplazar las gaseosas, los jugos artificiales y/o el café por agua o té.
Dormir y descansar lo suficiente, ayuda a regenerar las células y a producir anticuerpos.
¿Cómo? Establecer una hora fija para irse a la cama, apagar los dispositivos electrónicos una hora antes y leer un libro o escuchar una música relajante.
Hacer ejercicio físico moderado y regular, que mejora la circulación, la oxigenación y la función respiratoria.
¿Cómo? Caminar, saltar, bailar o jugar al menos 30 minutos al día, preferiblemente al aire libre o en un lugar ventilado.
Evitar el estrés crónico y practicar técnicas de relajación, que mejoran el estado de ánimo y reducen el cortisol.
¿Cómo? Por ejemplo, meditar, respirar profundamente, dibujar o hacer manualidades al menos 10 minutos al día.
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Recordá:
La mejor forma de mantenerse saludable es prevenir y la clave
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